El deporte practicado como ocio o como actividad de desconexión es muy útil y necesario. Ahora bien, en cuanto se plantea como una competición entre personas se produce un cambio significativo en la manera de ejecutarlo. Puede ser que ese cambio potencie el rendimiento, la concentración e incluso la habilidad, o, todo lo contrario.
El pasado fin de semana he estado trabajando con un deportista en una prueba importante. En su mente estaba la intención de que las cosas salieran bien, de darlo todo, de competir al máximo nivel. Generalmente desde el momento en que comienza una prueba importante, aparece un problema: el cuerpo decae, los nervios se presentan en el estómago, la concentración no es la misma, tampoco la coordinación, es una situación difícil que solo ocurre en momentos críticos, cuando no debería ocurrir, y ahí comenzó mi trabajo ese fin de semana.

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